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¿Música o silencio? El debate que puede cambiar tu entrenamiento

Escrito por Forus | Nov 4, 2025 10:45:03 AM

La música y el deporte han ido de la mano durante décadas. Desde los gimnasios llenos de Playlists energéticas hasta quienes prefieren el silencio absoluto para concentrarse, la pregunta sigue viva: ¿es mejor entrenar con música o sin ella? La ciencia tiene mucho que decir… y la experiencia personal, también.

 

Ventajas de entrenar con música según la ciencia

  1. Mejora del rendimiento: diversos estudios (Karageorghis & Priest, 2012) muestran que la música rítmica y motivadora puede aumentar la resistencia, retrasar la fatiga y mejorar la percepción del esfuerzo, especialmente en ejercicios aeróbicos. 

  2. Regulación del estado de ánimo: la música estimula la liberación de dopamina y endorfinas, neurotransmisores vinculados al placer y la motivación. Esto puede convertir una sesión dura en algo más llevadero.

  3. Sincronización del movimiento: correr, pedalear o remar siguiendo un ritmo constante facilita la eficiencia del movimiento y puede optimizar el gasto energético.

  4. Bloqueo de ruidos molestos: en gimnasios concurridos o espacios al aire libre, ayuda a mantener la concentración y evitar distracciones externas.

 

Inconvenientes de entrenar con música

  1. Distracción: en entrenamientos técnicos o de fuerza avanzada, la música puede desviar la atención de la técnica, aumentando el riesgo de lesiones.

  2. Dependencia psicológica: algunos deportistas experimentan una bajada notable de motivación o rendimiento si entrenan sin su música habitual.

  3. Aislamiento social: con auriculares, puedes perder interacciones con compañeros de entrenamiento o no escuchar avisos importantes.

  4. Pérdida de percepción ambiental: en exteriores, puede impedir detectar señales de tráfico, ciclistas o cambios en el terreno.

 

Ventajas de entrenar sin música

  1. Mayor conexión mente-cuerpo: el silencio permite concentrarse en la respiración, la postura y la técnica. Esto es clave en disciplinas como yoga, pilates o halterofilia.

  2. Escucha de señales corporales: sin estímulos externos, es más fácil detectar signos de fatiga, dolor o sobrecarga y ajustar la intensidad.

  3. Conciencia plena (mindfulness): entrenar sin música puede convertirse en un ejercicio de atención plena, reduciendo el estrés y mejorando la concentración.

  4. Mejora de la resiliencia mental: entrenar sin estímulos externos fortalece la tolerancia a la incomodidad y la concentración interna.

 

Inconvenientes de entrenar sin música

  1. Menor motivación en ciertos momentos: en actividades monótonas, la ausencia de música puede hacer que el tiempo parezca pasar más despacio.

  2. Rendimiento ligeramente menor en entrenos aeróbicos: la falta de estímulo rítmico puede reducir la cadencia y el impulso en disciplinas como running o ciclismo.

  3. Mayor sensibilidad a distracciones externas: ruido, conversaciones o estímulos visuales pueden romper la concentración.

  4. Sensación de monotonía: especialmente en entrenos repetitivos o de larga duración.

 

La respuesta para identificar cuál de las dos opciones es la mejor depende de tu objetivo, tu deporte y tu estado mental.

  • Si buscas motivación extra y mejorar tu rendimiento aeróbico, la música puede ser tu aliada.

  • Si priorizas técnica, conexión corporal o entornos donde la atención sea clave, el silencio será más beneficioso.

Lo ideal es alternar ambas experiencias: utiliza la música como herramienta estratégica, no como muleta constante. Así podrás beneficiarte de sus efectos positivos… sin depender de ella para entrenar.

Haz la prueba y verás que no es lo mismo: entrena la mitad de la sesión con música y la otra mitad sin ella. Notarás cómo cambia tu percepción del esfuerzo, tu concentración y hasta tu estado de ánimo.